Sede canónica

Basílica de la Caridad vista desde la Cuesta de la Caridad
La Hermandad de la Humildad y Paciencia está establecida canónicamente desde su fundación en la Basílica de la Caridad, compartiendo sede con la Muy Antigua, Real e Ilustre Hermandad y Primitiva Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Santa Cruz de Jerusalén, Nuestra Señora de la Amargura y San Juan Evangelista, y con la Venerable e Ilustre Hermandad de Nuestra Señora de la Caridad Coronada, la Hermandad de la patrona de Sanlúcar.

Es un importante centro de la devoción católica local, pues se trata del templo donde reside la imagen de Nuestra Señora de la Caridad Coronada, que tras una larga serie de milagros, fue proclamada en 1618 patrona de Sanlúcar de Barrameda y de todos los estados de la Casa de Medina-Sidonia. En 1997 el santuario fue elevado a la dignidad de Basílica Menor por breve del papa San Juan Pablo II.

Localización



La Basílica de la Caridad se localiza en el Barrio Alto de Sanlúcar, en la parte alta de la ciudad, más concretamente, en el declive hacia el oeste de dicho barrio. El templo se encuentra entre las calles Dorantes, Cuesta de la Caridad y Monte de Piedad, situándose la portada principal de la Basílica (por la que sale nuestra hermandad), la Puerta de Santa Ana, en la calle Dorantes. No obstante, debido a la mayor vistosidad y accesibilidad de la portada lateral del templo que da a la Cuesta de la Caridad, es aquella la que suele estar abierta cuando se celebran cultos en la Basílica (desde ahí sale también la Virgen de la Caridad cada 15 de agosto). También se puede acceder al templo por la calle Monte de Piedad, que da a parar al patio de la Basílica, y desde ahí, a la sacristía y al templo.

Fundación


La Basílica Menor de Nuestra Señora de la Caridad Coronada es una de las fábricas de corte clasicista construidas por la Casa ducal de Medina-Sidonia. Realizada entre los años 1609 y 1613 por el que fuera durante muchos años maestro mayor de la casa y de los estados del VII duque don Alonso Pérez de Guzmán, el arquitecto Alonso de Vandelvira, en esta iglesia reposan los restos de este duque junto con los de su mujer, doña Ana de Silva y Mendoza. Junto con la iglesia, existía un hospital de mujeres pobres (Hospital de San Pedro) y un colegio de niñas huérfanas y otro de niños (Colegio de San Ildefonso). La iglesia contaba con una capilla musical formada por diversas voces e instrumentos. Todo esto era un conjunto que formaba un patronato de legos, no dependiente del arzobispado de Sevilla sino solamente del papa, bajo la protección de la Casa ducal de Medina-Sidonia.

El templo fue bendecido el 12 de agosto de 1612.

Edificio

Cristo de la Humildad y Paciencia
En su interior se advierte la intención de monumentalidad propia de las obras de su autor y de sus promotores. La planta del santuario es de cruz latina, con una sola nave a la que se abre capillas. El crucero está cubierto por una cúpula casi plana sin tambor, coronada por linterna. Destaca el retablo del altar mayor, de estilo muy clásico, formado por tres cuerpos, tres calles y ático y decorado con pinturas alusivas a la vida de la Virgen y relicarios. El programa iconográfico se completa en los diversos altares y paramentos con diversas pinturas, como el Árbol de Jesé, en parangón con el árbol genealógico de los guzmanes, la resurrección de Cristo y otros.

La Virgen de las Lágrimas en su camarín
La imagen de Ntro. Padre Jesús de la Humildad y Paciencia está situada en uno de estos altares, concretamente a mitad de la Basílica, en el altar derecho si miramos de frente al altar mayor, estando la Virgen de las Lágrimas en el altar izquierdo, también a mitad de la Basílica, justo enfrente de nuestro titular cristífero.

Asimismo, la Basílica ha contado tradicionalmente con una importante colección de reliquias y piezas de orfebrería donadas por la Casa de Medina-Sidonia. Entre estas piezas realizadas entre los siglos XVII y XX, destaca el altar, el frontal, el sagrario y los seis candelabros de plata del altar mayor.

Portada Principal o "Puerta de Santa Ana"
El exterior de esta iglesia es bastante sobrio, y en el destacan la torre y sus dos portadas, presentando la fábrica de piedra sólo en estos elementos citados y en los aleros, antepechos y recercados de ventanas, siendo el resto en general de fábrica de ladrillo con revestimiento final en blanco.

La portada principal, por la que sale nuestra cofradía, está formada por un arco de medio punto, a cuyos lados se superponen nichos con esculturas dispuestos entre columnas adosadas jónicas en el primer cuerpo y entre pilastras corintias en el segundo. 

La portada lateral del lado del evangelio, situada tras el muro y reja del compás, es más sencilla y está formada por un hueco adintelado. Esta portada consta de dos cuerpos, el inferior con un ancho entablamento sobre el que se dispone un frontón curvo partido y de donde arranca una alta hornacina muy plana, que se eleva en el paramento entre pináculos y se remata con un frontón recto.

Torre de la Basílica
La torre, toda ella realizada en piedra, consta de dos cuerpos: el primero de base cuadrada con un hueco en cada frente y el segundo octogonal prácticamente ciego; en su composición, se combinan recercados, dibujos y pilastras a distintos planos de profundidad quedando rematados los cuerpos con suaves cornisas y un ligero chapitel. Fue restaurada en 2014, siendo nuestra corporación partícipe en su restauración.