martes, 2 de abril de 2013

2 de abril de 2013: 69 años de Hermandad

EN HOMENAJE A AQUELLOS HERMANOS FUNDADORES


Un día 2 de abril de 1944, es decir, hace ahora mismo 69 años, 52 sanluqueños, en su mayoría antiguos alumnos de la Escuela de la Salle, fundaron la Hermandad de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia y Nuestra Señora de las Lágrimas, con sede canónica en el entonces Santuario de Nuestra Señora de la Caridad. Era la primera cofradía que se fundaba en nuestro pueblo después de muchos años y, también, la primera después de terminar la terrible Guerra Civil, que enfrentó a hermanos contra hermanos. La Hermandad tuvo un primer hermano fundador en la persona de Antonio García Gómez, pero realmente quiénes fueron los auténticos pioneros y fundadores, fueron un puñado de hombres, encabezados por el alma mater de la Hermandad: el Rvdo. P. don Francisco Domínguez de la Cámara. De todos aquellos jóvenes entusiastas del Señor de la Humildad, tenemos que hacer mención especial a don Manuel Domíguez Pérez, sobrino del padre Domínguez de la Cámara, que ostentó el cargo de mayor responsabilidad en aquellos primeros y difíciles años de los cuarenta. Manolo Domínguez, como cariñosamente le llamábamos en la hermandad, fue un hombre de Iglesia, vinculado toda su vida al Santuario de la Caridad. Capataz de capataces, primer Cincho de Oro otorgado por el Rincón de Costalero "San Lucas", por su trayectoria cofrade y relacionado con el mundo de los costaleros. Fue capataz del Nazareno, de la Caridad y, por supuesto, de su Cristo de la Humildad y Paciencia. Nunca dejó de pertenecer y trabajar por su cofradía, y así, desde su fundación hasta el día en que Dios lo llamó a su lado, Manolo siempre estuvo al servicio de su querida Hermandad.

Junto a él, no podemos olvidarnos de otro gran cofrade y enamorado de la Hermandad, Hermano Mayor de la misma durante muchos años, me refiero a don Francisco García de Velasco, gran persona, hombre educado y culto y, sobre todo, de Iglesia. Fundador igualmente de la cofradía y perosna vinculada a ella hasta la hora de su muerte. No podemos olvidar al padre Francisco González Cornejo, también fundador, el cual ostentó el cargo de Secretario de la Hermandad en sus primeros años. Más tarde se hizo sacedote y estuvo muchos años en Jerez de la Frontera como canónigo de la Santa Iglesia Catedral. Su amor al Cristo de la Humildad fue tal, que en su primera misa cantada en la Iglesias de Santo Domingo pidió que la imagen del Señor de sus amores, presidiera la solemne eucaristía, fue en aquel lejano año de 1955.

Sería injusto olvidarnos de otros muchos hermanos fundadores, la inmensa mayoría ya gozan de la presencia de Jesús de la Humildad y Paciencia y de Nuestra Señora de las Lágrimas en los eternos Lunes Santos del cielo. Mi recuerdo y mi reconocimiento a todos ellos, a los que tuve la suerte de conocer en vida y a aquellos a los que nunca conocí. 

En la fotografía (realizada el 4 de mayo de 1960) que ilustra este humilde escrito, he podido reconocer, entre otros, a los siguientes señores: Servando Repetto Fernández (Secretario muchos años de la Hermandad), Antonio Jiménez Pacheco (cuñado de Manolo Domíguez, el cual también ostentó diferentes cargos dentro de la Junta de Gobierno), Antonio Casado Ävila (padre de los cofrades Juan Casado, Antonio Casado y Francisco Javier Casado, hermanos de las Angustias y de la Humildad y Paciencia), Agustín Zarazaga del Castilo-Luna (que también fue Hermano Mayor de la Hermandad), José Vega Pérez (otro de los hermanos fundadores), Manuel Torné Tejada (muy conocido por ostentar durante muchos años un famoso chiringuito en la Calzada, donde las papas al bastón y las berenjenas fritas eran su especialidad), Vicente López González... y un largo etcétera. Aparecen también los ya citados Manuel Domíguez Pérez, el Rvdo. P. Don Francisco González Cornejo y don Francisco García de Velasco. Y para terminar esta relación, resaltar la presencia de don Luis Nuñez Rodríguez, a la sazón, Director Espiritual de la Hermandad.

Sirva estas líneas como homenaje a todos ellos, a los 52 fundadores y a los que poco a poco se fueron incorporando a esta bendita corporación cofrade, que si Dios quiere, celebrará, dentro de sólo 6 años, las Bodas de Diamantes de su fundación por aquel puñado de jóvenes sanluqueños, que fueron conocidos popularmente como los pertenecientes a la "cofradía de los muchachos"

Enrique Romero Vilaseco